Hay noches sonámbulas,
noches gastadas de desdicha y miembros amputados
destinadas a sacrificar los libros más ocultos
donde la impotencia se desata
y se transforma en
Saturno de los propios versos.
Las musas son invocadas para castigar sus voces con rabia
para desprenderse de apegos
y llorar salvajemente por uno mismo
difunto noctámbulo que deja de reconocerse
en los espejos, se pierde la partida
el entusiasmo se agota
la botella se llena de amargura
y todo pierde valor…
hasta las palabras.
Diana Maura
#SafeCreative
Cuadro de Simona Jankauskaite
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