No me reconoció...
llevaba los ojos del revés
y los pies en las manos.
Mi desnudez
sólo sirvió
para confundirle.
No me reconoció...
era tal su prisa
amortajada en frialdad,
su agonía extrema,
su delirio...
Y mi desnudez
sólo sirvió
para alejarle.
No me reconoció...
atrapado en lamentos,
empecinado en su cárcel
de dolor y miedos,
en el sudor frío
del que espera
la rígida sentencia impía
del que es su propio juez y su proscrito.
No me reconoció...
por ahí anda...
buscàndose ahora...
Diana Maura
#SafeCreative
Imagen de Nick Backes
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