La niña que fui sigue en llanto,
en sus manos
absurdamente obstinadas
se aprietan las cebollas.
La niña que cuidó de sus muñecas
abriéndoles la boca
con puñales
para alimentarlas,
la niña que cortó sus cabellos
esperando que creciesen,
pintó sus ojos negros,
les abrió los dedos,
las desnudó para salvarlas
…mas amanecieron rotas
desangradas sin sangre
y muy calladas.
Diana Maura
#SafeCreative
recomiendo a todo el mundo, se sienta dichoso de disfrutar de esta poesía errante, se delitaran con palabras llenas de Amor , sabiduría , temple, corazón, y sobre todo pasión,por las letras , sencillamente sublime!!!!
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