Se arrugan las horas
el estertor de los espasmos
ya no suena.
Te abrazas al silencio
y te dejas sostener
por el tiempo.
Un reloj sin agujas
marca la cadencia
y la lámpara sin arder
añora la luz.
Y tú
aún tienes
una historia que contar.
Aún no es tiempo
de prematuras rendiciones
alentadas por este vacío.
Los corazones enterrados en el jardín
respetan el silencio, a pesar del miedo.
Hay islas atrapadas en playas
esperando la conclusión de la marea.
Jirones de tela
reservadas para hacer velas
se agitan olvidadas
y a ti...
aún te queda
una historia que contar.
Diana Maura
#SafeCreative
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